Comentario
La participación hispana es progresiva pero aún poco importante. Esto se debe a la juventud de la población: el 15, 40 % de los hispanos era menor de 18 en noviembre de 2008 y no pudo votar; otra causa es que 14 millones no están nacionalizados y por tanto, tampoco pueden acudir a las urnas. Eso deja unos 16.000.000. de posibles votos, pero no todos se registran, y de los registrados, no todos acudieron a votar. Después de noviembre del 2008, una vez que se constituyeron las Cámaras el número de hispanos asciende a 24 en el Congreso (4% del total) y 2 en el Senado (2% del total). El panorama se proporciona a la población a nivel estatal: 65 senadores estatales y 177 representantes en Asambleas Estatales.; hay unos 20 alcaldes de ciudades no excesivamente grandes y un solo Gobernador, Bill Richardson en Nuevo México. Las cosas cambiarán porque desde el año 2000 forma parte de la pintoresca tradición electoral en Estados Unidos el hacer campañas de voto latino y los candidatos se pronuncian más o menos tímidamente en español. En las elecciones de noviembre del 2008, el voto latino fue decisivo: el 66% se decantó por Barack Obama, y el 32% por McCain. La proporción varía entre hombres -64% para el Partido Demócrata- y mujeres -69%-. Obama obtuvo buen porcentaje del voto latino en aquellos estados donde la comunidad hispana tiene una importancia presencia, especialmente en Florida, feudo latino tradicionalmente republicano -56%- el 78 % en New Jersey, el 76% en Nevada, el 74% en California y el 73% en Colorado. Además, desde el Gobierno Federal se proyecta la posible aprobación de la "doble ciudadanía", es decir compatibilizar el ser ciudadano de los Estados Unidos con no perder la ciudadanía de origen, que para los hispanos forma parte de los símbolos más arraigados, y así podrían ingresar en el censo electoral.